Bolas de gimnasia o bolas suizas, más conocidas por su nombre en inglés: fitballs. A estas alturas muchos gimnasios ya cuentan con ellas como un material más, como las mancuernas o las máquinas, que sirve para hacer múltiples ejercicios. Pero no sólo son parte del paisaje habitual del gym, cada día más, hay personas que las tienen en casa para poder hacer pequeñas tablas de ejercicios cuando la pereza o la falta de tiempo impiden salir a practicar otro tipo de actividad física.
El uso de las fitballs en la práctica deportiva es considerado por los expertos como parte de “un entrenamiento funcional”, ya que permite trabajar el cuerpo como un todo global, con lo que el ejercicio siempre es más completo. En este sentido, el entrenador personal Fernando Sánchez precisa algunas de las propiedades que se atribuyen a estas bolas gigantes. Estos son los beneficios del fitball:
FITBALL PARA LA REHABILITACIÓN
Ahora mismo vemos el fitball como una actividad física ideal de acondicionamiento para toda la población, pero realmente su uso se inició como forma de rehabilitación para tratar diferentes lesiones deportivas, así como una forma de reeducación postural o readaptación física para las personas más mayores. En estos tiempos, estos tres públicos conviven, sin ningún problema, como beneficiarios de las bolas gigantes, junto con los deportistas de élite que también las usan en sus programas de entrenamiento.
En este sentido, según indica Fernando Sánchez, entrenador personal de Body Factory Pozuelo, “el fitball puede ser de utilidad para establecer sucesivas progresiones en el control, evolución y tratamiento de una lesión”. Por este motivo, el uso en readaptación funcional y fisioterapia es continuo, aunque su inclusión en un programa de rehabilitación debe ser, lógicamente, muy cuidadoso. Así, los ejercicios de fisioterapia con fitball deberán empezar con situaciones estables y estáticas, para, paulatinamente, ir progresando a ejercicios con más dinamismo e inestabilidad.